Transformar vidas tras los muros a través de la creatividad
Michelangelo Merisi da Caravaggio, maestro del Barroco temprano italiano, del tenebrismo en claroscuros, pintó algunas de las obras más deslumbrantes, realistas y teatrales, mientras huía de la justicia en el año 1606 cuando en una pelea en Roma le arrebató la vida a Ranuccio Tomassoni. Caravaggio fue entonces condenado a la peor pena, embarcándose así de Nápoles a Malta, Sicilia, Palermo, con pincel para el refugio y vía de trascendencia, creando obras como La Flagelación de Cristo, El Entierro de Santa Lucía, David con la cabeza de Goliat, entre otras, que marcaron no solo su vida, sino un parteaguas en la historia del arte; pues para el acto creativo no es necesario el mero cuerpo libre, sino un alma, que, aún encadenada, sepa abrirse camino hacia la luz.
En México, más de 250,000 personas viven privadas de su libertad, atrapadas en rutinas repetitivas donde el tiempo se convierte en espera y añoranza. Sin embargo, en medio de esos muros, el arte puede abrir ventanas: no solo como un modo de pasar los días, sino como una necesidad vital para reconstruir la identidad, sanar heridas y crear un nuevo relato de vida.
Actualmente, solo el 15 % de los centros penitenciarios ofrecen procesos creativos activos. El resto de la población reclusa carece de acceso a esta herramienta poderosa que, según datos, reduce en un 45 % la incidencia de conductas agresivas y autolesiones, fomentando entornos más seguros dentro del encierro.
Mauricio Castillo, destacado conductor, productor, pintor y artista participante de la 3ª Feria Internacional Arte Capital, asistió el pasado mes de julio, mediante invitación de la administración de dos Centros de Readaptación Social (Cereso) en Apodaca, Nuevo León, con un nuevo programa para impartir un taller a 20 internos, mismos que ya contaban con participación en programas artísticos, no obstante, para Castillo, esta sería su primer experiencia, no solo de impartir y compartir sus conocimientos para con la plástica, sino la de conocer un espacio así. Se impartieron en 4 días sesiones de 2 horas, dando un total de 8 horas de trabajo.
Lo sorprendente, en palabras de Mauricio Castillo, fue “que más allá de tener un tiempo para desarrollar una especie de hobby, en realidad demostraron que tenían la capacidad para hacer algo más. Y me refiero que, al llegar y ver las obras de estos hombres, me encontré con una serie de trabajos de muy buena calidad; en algunos casos personales, logré inclusive ver más allá de lo que se representa o mimetiza, pues en mayoría, sus trabajos plásticos eran retratos, que reflejaban la añoranza de sus familias, de sus seres amados, generando un impacto sensible que me motivó a dejar lo mejor de mí en cada palabra compartida”.
La evidencia lo confirma: un estudio reciente de la Secretaría de Cultura y el INEGI revela que quienes participan en actividades creativas reportan un 35 % más de bienestar emocional, resiliencia y habilidades para resolver problemas que quienes no lo hacen.
“Para mí fue muy satisfactorio ver que 5 de los reclusos, contaban con un talento técnico indudable, lo cual creo firmemente puede ser un factor importantísimo para que puedan cambiar sus vidas, a algo completamente distinto que los aleje de las circunstancias por las que se encuentran encerrados, sin pensar en el tiempo que aguarda su condena, pues es a través del Arte, que se vive la libertad, sin importar el cuerpo se encuentre afuera o adentro. Cada uno de ellos, creó un puente, un reencuentro consigo mismos, pues si bien el taller consistió en mejorar las técnicas, en ejercicios de creatividad y específicamente en encontrar la manera de hacer algo que hable por ellos, la expresión más personal, el impacto real fue hacerles pensarse como artistas y no como sujetos que adquirieron un oficio”, concluye el Maestro Castillo.
La Feria Internacional Arte Capital será un espacio donde visitantes de todas las edades podrán sumergirse en obras, técnicas y visiones diversas, recordando que cada trazo, cada nota y cada palabra pueden ser el inicio de un cambio profundo, porque el arte, en cualquier etapa de la vida, es un puente hacia la libertad interior y un motor para construir un mejor mañana.
Fotografía: Cortesía de Arte Capital
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