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Un paraíso familiar donde tu mascota también es bienvenida


En Miami y Miami Beach, no necesitas dividir tus planes entre tus gustos y el bienestar de tu mascota: aquí, todos los miembros de la familia —incluidos los de cuatro patas— disfrutan por igual

Hay viajes que se planean con mapas, agendas y reservas… y otros que simplemente fluyen. En Miami y Miami Beach, no necesitas dividir tus planes entre tus gustos y el bienestar de tu mascota: aquí, todos los miembros de la familia —incluidos los de cuatro patas— disfrutan por igual, sin etiquetas ni restricciones.

Desde que aterrizas, el ritmo se acomoda al de tu familia: ese que mezcla curiosidad infantil, ganas de explorar, siestas inesperadas y paseos tranquilos bajo el sol. Y sí, también ese ritmo que marca el sonido de unas patitas sobre la arena.

Imagina un día cualquiera: despertar en un hotel donde tu perro tiene su propia cama, salir temprano a caminar por South Pointe Park, dejar que los niños corran libres mientras tú tomas un café, y tu mascota explora como si también estuviera de vacaciones. De ahí, un paseo en Metromover por el centro —gratis, panorámico y sorprendentemente divertido— rumbo a Bayfront Park, donde el pasto, el agua y los árboles invitan a quedarse un rato más.

Y cuando el sol ya calienta, nada como llevar a todos a Hobie Beach. Es de esos lugares que no necesitan mucho para gustarte: arena suelta, olas tranquilas, perros felices, niños explorando y adultos relajados. Aquí, todos encuentran su lugar: humanos y mascotas por igual.

A la hora de comer, las opciones se abren sin complicaciones. En Coconut Grove, encuentras terrazas donde los meseros traen agua para tu mascota sin que tengas que pedirla, y menús pensados para los más pequeños. Después, una parada en David Kennedy Park, famoso por su limonada y por ese ambiente de parque vecinal donde los juegos, las bancas bajo la sombra y los perros sueltos arman una postal cotidiana, pero perfecta.

Y si hay energía para más, Haulover Park es el broche de oro: una zona donde todo se mezcla. Juegos para niños, espacio abierto para correr, y un área exclusiva para que tu perro socialice sin correa, sin estrés, sin límites. Así es Miami: una ciudad que no divide las vacaciones por perfiles, sino que las entrelaza.Aquí, un viaje familiar es también un viaje pet friendly. No son categorías separadas, son formas naturales de estar juntos. Y lo más valioso que te llevas no son solo fotos, sino momentos que se sienten como propios: el primer helado compartido, la caminata sin rumbo que terminó en carcajadas, el perro empapado que se convirtió en la estrella del día.

Además de su vibrante energía, Miami y Miami Beach es una ciudad accesible, conectada y preparada para recibir a todos. Las vacaciones no se dividen entre miembros de la familia: se disfrutan al máximo, todos juntos.

Fotografía: Cortesía de Miami y Miami Beach



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