Conseguir vestirse con el éxito que deseas es sencillo si cuentas con los consejos de un tercero, asegura la emprendedora Magdalena Guerrero “Magda”, fundadora de la boutique Tumaná.
El atuendo que elegimos en la intimidad cada mañana no es solo una decisión estética o práctica. Es una forma silenciosa —y a veces muy elocuente— de decirle al mundo quiénes somos, cómo nos sentimos y cómo queremos ser correctamente percibidas. Nuestro guardarropa puede funcionar como un escudo, una declaración, un ritual de autoconfianza o incluso como una extensión de nuestra historia personal. Conseguir vestirse con el éxito que deseas es sencillo si cuentas con los consejos de un tercero, asegura la emprendedora Magdalena Guerrero “Magda”, fundadora de la boutique Tumaná.
La moda está lejos de ser una industria frívola y un catálogo de tendencias. Es una herramienta atemporal de conexión personal. “Vestirse es un acto de identidad. Elegimos prendas que nos dicen algo, que se alinean con lo que somos o con lo que estamos listas para ser y reflejar”, explica.
Moda que acompaña
En un entorno saturado de microtendencias y fast fashion, la propuesta de ese emprendimiento es clara: menos cantidad, más significado. La innovación de la marca en el mercado surgió en 2021 como un espacio donde la estética y el sentido pudieran convivir. “No es una boutique convencional, ya que además de ofrecer prendas cuidadosamente seleccionadas —algunas hechas en lino y seda italiana, otras diseñadas en mezclilla nacional con aplicaciones únicas—, ofrece apoyo en la selección de las prendas a partir de consejos de imagen, de forma personalizada. El objetivo: ayudar a cada mujer a encontrar su estilo sin perder su esencia”, explica Magda.
Para muchas mujeres encontrar su estilo no es fácil. Los momentos variables de la vida —maternidad, reinvención profesional, duelo, crecimiento laboral, entre otros — generan la percepción de que el clóset dejó de representar lo que sentimos. Ahí es donde la moda con propósito cobra sentido.
Las consumidoras deben tener la convicción de que la experiencia de compra va más allá del espejo, deben recibir orientación emocional y estética para alinear su vestimenta con su momento vital o para un evento en específico.
Sentirse merecedoras del “No es solo verse bien, es sentirse vista”, porque esa es la clave de la satisfacción, asegura la creativa mexicana apasionada por el diseño, la estética y el desarrollo humano. “La ropa puede ser una forma de cuidado. Hay mujeres que llegan y me dicen: ‘ya no sé qué me gusta’, y para mí es hermoso acompañarlas en ese redescubrimiento”, comparte Magda, quien además de ser Licenciada en Contaduría tomó diplomados en Diseño Gráfico y Asesoría de Imagen para lograr que su emprendimiento tuviera bases firmes para hacer frente al mundo de la moda.
Según un análisis realizado y publicado en enero de este año por Merca2.0, con base en los Brand KPIs de Statista, el gasto per cápita en ropa en México para 2025 se calcula en 156.80 dólares, con un volumen promedio de consumo de 27.3 piezas por persona. Pero más allá de esas cifras, para Magda se está gestando una transformación: cada vez más mujeres buscan marcas que no solo vistan, sino que comuniquen. Ahí es el mundo en el que Tumaná se inserta: entre quienes consumen con intención, apoyan el diseño mexicano y ven en su estilo una forma de narrarse a sí mismas.
“En un mundo donde la velocidad dicta las tendencias, te invito a bajar el ritmo, a mirar hacia adentro y a vestir con conciencia. Porque la ropa no solo cubre: también revela. Y cuando lo que eliges ponerte te refleja de verdad, el estilo deja de ser un accesorio y se convierte en un acto de autenticidad”, concluye la emprendedora que le da otro significado a la moda y el vestir más allá del glamour.
Fotografía: Cortesía de Tumaná
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